Sobre el heroísmo cotidiano:

Hace poco alguien comentó una aportación mía en un foro de internet. Me decía que de la guerra nada bueno se puede sacar y que aquellos que hacen su trabajo diario son solo profesionistas no héroes.

Me concentraré en la segunda parte.

Recuerdo mucho una escena de la película “A Bronx’s tale”; película dirigida y co protagonizada por Robert De Niro. En ella, De Niro, que caracterizaba a un chofer de camión de servicio público le dice a su hijo, quien se estaba juntando con el mafioso del lugar:

-¿Quieres saber que es valor? Pregúntale si lo sabe. Dile que tenga las agallas para tener un empleo decente y legal de 14 horas al día durante 20 años. Pregúntale si podría aguantar.

De Niro luchaba por el alma de su hijo quien estaba fascinado por el poder y el estilo de vida del mafioso. Recuerdo la escena porque desde ese momento pude reconocer la fuerza, la valentía y el coraje de la gente que hace lo que le toca hacer y que cumple con sus responsabilidades. Tal vez no realiza más pero tampoco menos.

Y esa puede ser toda la diferencia. En estos tiempos donde el respeto, la responsabilidad, el honor, el orgullo, la disciplina son tan escasos, que alguien tenga el valor de mantenerse en ellos es heroico.

Nos hemos acostumbrados a creer que los héroes son los que realizan grandes hazañas, conquistar enormes, logros monumentales y esta bien que existan estos personajes, nos dan referencias para tratar de mejorarnos y elevar nuestros desempeños.

Me viene a la mente Lans Armstrong, ciclista ganador de 7 Tours du France consecutivos y quien varios años antes de lograr esta hazaña fue declarado con cáncer testicular y tuvo que pasar por las quimioterapias.

Lans era experto en las rutas de montaña. Nadie como él para tomar una colina y ascender, sus movimientos eran perfectos; la bicicleta parecía estática y sus piernas eran dos pistones totalmente alineados en la vertical de los pedales permitiéndolo transmitir de manera muy eficiente la fuerza de su cuerpo a las ruedas.

Le preguntaron cual era su secreto y siempre decía lo mismo:

-Cuando veo una colina, recuerdo las terapias que pasé por el cáncer y me digo: “Esto es menos complicado. Si pude con el cáncer, puedo con éste ascenso”
Extraordinario. Ejemplar

Pero yo no quiero que me de cáncer y dar una gran batalla para ser heroico. Yo no quiero tener grandes dificultades o buscármelas solo para que mi victoria sea más gloriosa.

¿En verdad quieres tener que pasar por terribles tiempos, terribles situaciones? Supongo que muchos de mis lectores tampoco lo desean.

Lo heroico estará entonces en ser fiel a nuestros compromisos y mantenerlos. Dicen que la libertad es la capacidad de escoger nuestras cadenas. Si alguna situación extraordinaria se presenta daremos batalla pero no nos sentiremos menos por no tenerlas.

Acta non verba: Valora el esfuerzo diario que realizas para ti y los tuyos.

Reconoce qué es lo debes hacer y hazlo.

Cualquier cualquiera puede no hacerlo.

Héroe es quien lo realiza a pesar de todo.

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