Malicia


“ Es que tiene mucha malicia”. Posible  frase que has escuchado relativa al deporte o incluso en el trato de un hombre hacia las mujeres. 

Recuerdo a un compañero de la universidad, alto, de buena presencia física que tenía muchas oportunidades con las chicas, pero no las tomaba. Todos decíamos que se pasaba de buena persona, que le faltaba malicia.

Consultando, la palabra se define como: 1) Mala intención, maldad. 2) Tendencia a pensar mal de los demás 3) Picardía  4) Sutileza, sagacidad.

Me detengo en la cuarta definición. Un comentarista de radio dijo esta semana en relación a la actriz Carmen Montejo, quien falleció el Lunes 25 de febrero: “Alguna vez la conocí. Era una mujer que proyectaba ternura y bondad. Pero a mí siempre me dio la idea que tenía una.…maldad interna que podía utilizar cuando quería.  No estoy diciendo que fuera una mala persona. Si no que en el escenario era capaz de hacer lo que quería”.

El comentarista siguió hablando sobre lo que se decía en relación a la actuación de Carmen Montejo en “Quien tema a Virginia Wolf “. Se decía que Carmen le daba matices a su actuación para darle al público lo que quería. Esto es malicia, maña, experiencia, talento nato trabajado y practicado.  Un genio. Era un monstruo de la actuación.

Con respecto a los deportes, la malicia está más referida hacia un jugador que puede tomar ventaja legal de su posición en el campo de juego y que es capaz de engañar a contrario para hacerlo equivocarse. Esto es distinto a ser mañoso, marrullero, canchero. Que serían formas burdas, groseras de tomar ventaja.  Al jugador malicioso lo detestas por lo que hace pero le reconoces la genialidad de mantenerse dentro de las reglas de juego.

Siempre he dicho que dominar un lenguaje es la capacidad que tienes para mentir con él y en las artes y en los deportes  se tienen muchas posibilidades de hacerlo.

En las artes existe el término vuelta de tuerca para hablar de una información que cambia todo el contexto, todo el significado de lo que acabas de ver o leer. La que recuerdo más vívidamente es en la película El Sexto Sentido, te diré que estuve a punto de ponerme de pie en el cine para gritar a todo pulmón el dato que el director nos acababa de dar. Fue hermoso.

O en Sentencia Previa, en el punto climático de la película, empecé a mentarle la madre  al director diciendo que no tenía derecho a hacernos esto a los espectadores. La tensión era excesiva, desesperante. Malicia pura por parte del buen Spielberg, una belleza maliciosa que te marca la memoria.

Bajo estos argumentos, quiero que la gente diga sobre mis escritos que tienen mucha malicia y les generan sentimientos encontrados. Que no sepan si odiarme o admirarme pero que reconozca la belleza sutil o no que quiero que tengan.

Y tu, ¿quieres tener malicia?¿Quieres ser un monstruo en lo que haces?


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