El fin de la niñez:


“La niñez termina el día que comprendes que te vas a morir”.

Lo escuché en una película cuyo nombre no recuerdo.

Esto me llevó a preguntarme: ¿en verdad puedes decir en qué momento termina?

Recuerdo leer la crónica de unos niños que vivían solos en una casa abandonada de la colonia San Nicolás. El periódico refería que su madre solía perderse por días en la borrachera o las drogas y que ellos tenían que ver por sí mismos. Eran tres hermanos. Podrías decir que suele pasar y que así son las cosas pero cuando ves las edades te caes de espalda: un niño de dos, un niño de cuatro y el mayor y que se dedicaba a cuidarlos: 7 años.

No pude evitar pensar que ese niño ya entendía que sin él no se hacía cargo los otros morirían así que tenía que hacer lo necesario para sobrevivir. ¿Qué infancia te queda?

Una imagen de un prisionero iraquí al inicio de la guerra en 2003: Se veía detrás de una alambrada con las manos atadas y la cabeza dentro de una bolsa negra, su hijo de 4 años a su alrededor medio abrazándolo medio intrigado por la cámara. ¿Cómo le explicas lo que está pasando? ¿Qué le puedes decir para que se mantenga en calma? ¿Le queda algo de infancia después de esto?

Me entristece mucho que los niños tengan que tomar responsabilidades antes de tiempo. Su único trabajo debería ser ir a la escuela y jugar. Y podría comprender que trabajaran en alguna actividad de la familia sin anteponerla a la escuela. Eso podría ayudar a forjar el carácter.

El fin de la niñez ha sido plasmada en muchas historias: la última versión de Peter Pan tiene muchas lecturas al respecto. En La saga de La Brújula Dorada (el libro se llama “la materia oscura”) el final de la niñez es asociado al descubrimiento del primer amor. Y la forma en que lo plasma el autor es hermosa: Entiendes como van envolviéndose en la sensación de esa emoción nueva, con toda la inmensidad del sentimiento. Y la niñez terminaba, sin problemas sin dramas psicológicos ni traumas o angustias. Terminaba el egoísmo propio de los niños y podían comenzar las renuncias que implican crecer.

En un libro de psicología decía que la niñez termina cuando las respuestas que te das para explicar al mundo empiezan a ser insuficientes. Descubres que aquello que suponías era sencillo tiene más matices y complejidades de las que creías. Y comienzan las dudas, las preguntas y los cuestionamientos.

Se abandona el “paraíso terrenal” que representa la niñez y entras al mundo “hostil”.

¿Podrías darle un momento al final de tu niñez? ¿Sería un recuerdo agradable? ¿Triste, estresante?

¿Quieres hacer el intento?

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