Sobre Resiliencia:


Si fueras una columna de soporte de concreto y metal, si fueras una viga de madera en el techo de una construcción la característica más importante sería tu elasticidad. La capacidad de poder aplicarte esfuerzos sin que te rompas. Incluso podrías deformarte pero una vez terminado el esfuerzo regresar a tu forma original.

No solemos pensar en que las estructuras también se doblan ante el peso combinado de todos los que estamos dentro. Que cada piso elevado por el que caminamos se deforma ante nuestro pesos. Además de recibir esfuerzos de tensión, compresión, torsión y también algo de dilatación térmica por el sol.

En las personas esa cualidad recibe el nombre de resiliencia. La palabra es tan rara que no usamos el adjetivo “resiliente” para calificar a alguien.

Define dos tipos de personas: 1) A quienes, a pesar de las desgracias, siguen luchando cada día en la vida; sobrevivientes. Enfermos de cáncer, discapacitados que tienen vidas “ comunes” dentro de sus circunstancias. Hombres de negocios que siguen a pesar del entorno económico de los últimos tiempos.

2) A personas que persisten en la búsqueda de sus objetivos y que no se rinden. Los muchachos de la selección Sub-17 cuando iban perdiendo contra Alemania 2-1 faltando 30 minutos mostraron resiliencia, mantuvieron el esfuerzo y ganaron el partido.

En la educación existe la figura del “conflicto cognitivo”, ese momento en donde se le plantea al educando una circunstancia que lo debe sacar de su zona de confort, generarle una duda, una “molestia” intelectual o de habilidad. Si lo dirigimos bien y el alumno está dispuesto se enfrentará a sí mismo y podrá aprender. Elevará su nivel de competencia y será mejor.

El alumno necesita resiliencia para poder hacerlo. Y es aquí donde muchos de los jóvenes de hoy no persisten. A causa de la cultura actual de no gastarse, de no interesarse en cosas que les impliquen un esfuerzo los jóvenes se niegan oportunidades de desarrollo. Y ocurre en todos los niveles sociales.

Acta non verba: Ya he comentado sobre los héroes cotidianos y los superhombres. Sobre cómo el desierto es el crisol de Dios para forjar hombres. Sobre los talentos que Dios nos dio y de los cuales no se arrepiente. Tal vez, al final, todo se reduce a esto:

Se necesita valor para salir a encontrar al mundo, resiliencia para enfrentarlo y mantener el esfuerzo, algo de Fe para alimentarse y un deseo ardiente por sentirse vivo.

“Si te importa, encontrarás una manera; si no, darás una excusa”

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